l’Hort de la Botja: su historia

A raíz del movimiento 15M, surgieron varias asambleas en los barrios con la intención explícita de fomentar la participación vecinal. En el caso del centro histórico de Valencia, se creó la Asamblea 15M Ciutat Vella i Botànic, un grupo que también trabaja en el barrio de Velluters y que mantiene, entre otras cosas, una línea de acción relacionada con los espacios urbanos vacíos. Estas iniciativas son concebidas y propuestas por los propios vecinos que conocen y viven en la zona.

Ciutat Vella Batega es una red de 14 organizaciones del casco histórico de Valencia. Entre estas organizaciones se encuentran el Collectiu de Mares I Pares, la Assemblea 15M de Ciutat Vieja i Botànic, Endavant, y la organización Amaltea, que promueve la inclusión social de niños en contornos desfavorecidos. Ciutat Vella Batega tomó la iniciativa de intervenir en un de los espacios vacíos del barrio de Velluters: el sonar de la Botja. Este alargado solar aparece en la calle Balmes esquina con la calle Foios en medio de la plaza de la Botja. Una propiedad de la Generalitat, que había servido en el pasado como cuna del sindicato de carpinteros valencianos.

La plaza recibe el apodo de “botja” en reconocimiento de una planta vinculada a la tradición sedera. La «botja» se recogía de los montes y se dejaba reposar unos días para después enredarla con las ramas.

Después de que el solar estuviera abandonado durante varios años en los que la comunidad había ofrecido al Ayuntamiento numerosas propuestas de usos potenciales, Ciutat Vella Batega desarrolló una jornada de reflexión en esta zona, invitando e inspirando a los vecinos de Velluters a participar en la limpieza y reflexión sobre sus usos potenciales. Juegos, actividades lúdicas y culturales con la incorporación de una caja de sugerencias fueron las piezas clave para que cualquiera que participara o no lo anterior mencionado tuviera la oportunidad de expresar sus ideas sobre su futuro uso vecinal. 

La asociación pidió que la Generalitat les dejase utilizar el solar para convertirlo en un espacio comunitario y asociativo dentro del proyecto “La Revolta de les Botges”, que pretendía animar y fomentar la vida social y cultural del barrio.

Fue entonces cuando se solicitó en el 2014 la cesión de su uso a la Generalitat con la intención de transformar ese vacío en un lugar que acogiera un espacio para dinamizar la vida social y cultural del barrio. No fue hasta el 2018 cuando consiguen la dicha cesión, y en noviembre del 2019 cuando firman el convenio que confirma que esa parcela de 337 metros cuadrados estaría destinada a un huerto urbano. Tras solicitar ayuda económica al Ayuntamiento y estudiar las intenciones de las entidades en el solar, este proporciona una subvención de 45.000 euros.

Motivadas por esta actuación social, se unieron a esta plataforma otras asociaciones como Centre de día de Físics Velluters, Fundació Itaka Escolapios-Amaltea, CRIS Velluters (Centro de Rehabilitación e Integración para Personas con Enfermedad Mental) o la Residència “Juana María”.

Hoy en día son ocho las asociaciones que trabajan, disfrutan, aprenden y rompen barreras gracias a este huerto urbano social, realizan diferentes actividades a lo largo del año donde participa todo el barrio y animan a cualquiera que esté interesado a formar parte de este proyecto.

Bibliografía

«La Revolta de Les Botges». 24 de febrero de 2014. → Ver

«Horts de La Botja, El Sueño de Velluters Hecho Realidad». 2020. Cadena Ser. 28 de enero de 2020. → Ver

Conversación con un miembro de Ciutat Vella Batega